6 de febrero de 2007

Caro, ¿de verdad te gusta politiquear?...

Seguramente alguna vez os habéis encontrado por la calle con alguna persona amiga a la que no veíais desde hacía un tiempo casi irrecuperable y que tras un soplo de conversación os inunda la espesa sensación de que la tarde puede volverse interesante y enseguida proponéis tomar ese cálido café que pueda pintar con su aroma aquellos recuerdos y vivencias que estáis dispuestos a compartir de nuevo.
Pues sí, ahí me las andaba yo la otra tarde; aprovechaba unas horillas, que nunca sé como me saco de la manga o de la agenda, para recorrer algunos recados en mi Granada del alma.


Cuando paseo rápido, es fácil localizarme entre el gentío porque, según dice aquel que respira junto a mis sueños, camino a saltillos como los pájaros pequeños. Bueno, pues saltando iba cuando escuché mi nombre en la extraña soledad de una calle que normalmente huele a gente ocupada, ¿Carolina? Y volví la mirada, ¡cielos, Sara, cuanto tiempo sin saber de ti! ¿qué es de tu vida, quizás te noto algo cansada...? Niña, nos merecemos un café de esos que nos sabían a mar cuando estudiabas... Y sin querer ya estábamos vagando en situaciones, en amores y esperanzas, en nostalgias, en pasajes de una vida forjada en la brutal adolescencia que nublaba la razón para aceptar que existía un mundo más allá de nuestros pensamientos... y risas y alguna lágrima y la pregunta del millón... Caro, y qué es de tu vida ahora?? Pues mira, me dedico al cultivo del alma, a la parte bella de mi hogar, a mis hijas, a mi compañero y amigo, la chimenea, me dedico a la mar, a soñar, ah!! también soy concejala por el PSOE...

En ese mismo instante, Sara me escupe un “¿QUÉEEEEEE? (muy estridente) ¿TÚ en POLÍTICA???? ¿Qué hace un mujer como tú en ese mundo, de verdad te gusta politiquear? ¡¡Pero si es la profesión más deteriorada del mundo!!... “ (horror)
Y empiezo a pensar... “¿qué significa eso de “politiquear”? Y me voy al diccionario y resulta que existe semejante palabro... politiquear.... con tres definiciones que me dejan absolutamente desolada:
1. Intervenir o brujulear en política (ni quiero entrar ya en lo que significa brujulear...)
2. Tratar de política con superficialidad o ligereza
3. Hacer política de intrigas y bajezas

¡Yeo, sí que está deteriorado el término! (yeo es una expresión coloquial de mi pueblo que significa llamada de atención a grito en cuello...)

y entonces digo aquello tan manido de “no todos somos iguales y tal y cual...” pero observo que su mirada perpleja no varía lo más mínimo, es más, tengo la sensación de que está esperando una respuesta como más inteligente, como más complicada, más convincente quizás... Su mirada atónita está empezando a hacerme sudar. Sara es una persona intuitiva, de un gracejo melancólico que se plasma en ese pelo de bucles encrespados, como de otros tiempos repletos de puntillas y encajes de bolillos, como del anuncio de las sábanas “Viridiana” de mi infancia...

Ahora pienso un poco más, y con la voz pausada y caliente respondo: Sara, ¿recuerdas que siempre quise ser misionera y volar a esos países plagados de necesidad donde no sólo hacen falta manos para trabajar... sino ideas para crear espacios en los que las personas puedan vivir en libertad? Pues eso, ahora soy misionera de lo local, intento plasmar las ideas que me bullen en la urgencia de la gente, intento buscar sencillas soluciones que apaguen el ahogo de los que no pueden respirar, de los que no sienten porque no pueden permitírselo... me gusta ayudar...

Reconozco que a veces el camino es duro y retorcido, hay personas que no cesan de cavar fosas repletas de turbio fango maloliente, personas cobijadas en la ignorancia, en la calumnia y la traición, personas que pretenden que caigas en su oscuridad, para que tu voz se apague, se acalle, se extinga, que simplemente desaparezca en el olvido... pero sabes, niña? he aprendido a saltar, a saltar con las patillas ligeras de los pájaros que ni siquiera saben andar... he aprendido a volar de la miseria de las gentes que insultan a mi Presidente, que generalizan la maldad, que atascan la labor del esfuerzo empañándolo con el humo del ruido, de las manifestaciones rabiosas y de la mentira. Aquellas gentes airadas que intenta ocultarel trabajo limpio y soleado de los hombres y mujeres que luchamos por la libertad, la libertad que a mis hijas y a las tuyas y a las hijas e hijos de los demás, les va a permitir vivir seguros en paz, estoy segura que ese momento llegará.

La razón no tiene más que un camino y el camino es la PAZ.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Carolina, no he podido resistir la tentación de participar en tú blog, perdona si no me esperabas, pero me encantaría quedarme un ratito más, me he sentido plenamente identificado con tus palabras, yo también intento hacer útil la política, aunque acabo de llegar ( un año ) y ya sabes como funciona esto, los comienzos como todo en la vida suelen ser difíciles, digamos pues que me encuentro en una fase de “posicionamiento” dentro de la Agrupación de Torrent ( Valencia ) donde estoy afiliado, me encanta saber que compartimos el mismo proyecto, por que merece la pena hacer el esfuerzo de trabajar por mejorar las cosas, por intentar construir día a día una sociedad mejor, pensando siempre muchísimo más en los demás que en uno mismo, tienes un lugar desde hoy en mi blog, espero que no te importe, pues después de leerte he pensado que cuentas con muchos valores, que merecen ser conocidos.
Saludos compañera.

El gato que caza dijo...

Hola Carolina, me llamo Lorena y tengo 18 años.
Tu nombre apareció en mi facebook porque tenEmos amigos en común y sin buscarlo me he encontrado con tu blog.
Estoy fascinada con lo que he podido leer, sinceramente me encanta.
Te importa que te enlace en el mio?