27 de febrero de 2008

La Hombría del Cazador


Apenas si es respirable el aire que, hoy como ayer y como hace miles de años, amanece de un opaco verdoso con tintes de ira masculina.

Cuatro mujeres de golpe, con prisas y sin pausa, han dejado la vida extendida en la calzada.
Solas, inmensamente solas, enjauladas, muertas, asesinadas, rematadas, vejadas, humilladas, maltratadas, acuchilladas y tiroteadas... adas, adas, adas...

Cuatro mujeres con el pecho abierto a navajazos sangrientos, a disparos ardientes, una y otra vez apuñaladas, una y otra vez pisoteadas... casi puedo imaginar el dolor encogido en las entrañas mientras ves como la vida se escapa cansada, en borbotones de sangre, sin retorno del alma.

Siento furia e impotencia, siento el dolor de la mujer muerta, siento el pánico de la presa que sabe que va a ser cazada y por sentir siento rabia de aquellos que nunca están donde deben y cuando peligramos nos dan la espalda.

Acaso existe igualdad en los lirios morados de sus ojos que gritan desesperados SOCORRO???

Miles de años los avalan, hombres retrógrados de las cavernas, malditos asesinos del destino, hombres verdugos, mezquinos, machos dominantes, cobardes hombres de poder infinito que enseñan con sus espadas, vanagloriándose en el aire, que la vida de ellas apenas si vale... NADA ...




Carolina Higueras