Hay días en los que no veo esa razón evidente que despierta mi cerebro para expresar lo que siento y traducir en palabras los colores del pensamiento. A veces, esa palabras se vacían de contenido y se gastan... como esa blanca goma de borrar que olía a nata. ..
Las ideas se van cubriendo con el velo de la vida, tupido de desengaños personales y entonces comienzas a percibir que el camino se desdobla en senderos de individuos que ya no son lo que eran, individuos a los que adivinabas su olor a mentira pero que sonreían en la puerta de tus ojos para utilizar tus labios con sus palabras repletas de confianza... y se te caen los principios y ves que la lucha está servida en plato de postre, pequeño pero aderezado con las verdes uvas de la ira.
Es en esos pequeños instantes en los que la pluma se seca y destila olvido y ganas de evasión de ese mundo que no te pertenece pero que se dibuja a tu lado, contorneando tu espacio con matices de gris, triste y profundo gris... gris casi de muerto, un gris que no es azulado, es simplemente gris como esa vida que arrastran con la mochila cargada de rencores, usurpando a zarpazos los retazos de un trabajo que tampoco les pertenece pero que ansían beberlo a tragantadas gigantes, como agua de la vida que nunca florecerá sus ideas porque ya están magulladas de tanto pensarlas.
Pienso, callada y en silencio... que el futuro de tanta gente les queda grande...
¡¡Voceros de la calle, uníos!! Ahogad el destino y luego levantadlo si podéis... los verdugos os esperan a la sombra del baobad...
Una leyenda africana dice que: "Si una persona bebe agua en la que se han mojado semillas de baobab, quedará protegido del ataque de los cocodrilos, pero si osa arrancarle una flor, morirá devorado por los leones... "
y digo yo, para mis adentros, como casi siempre... ¿¿ quien es la flor y quien la semilla ?? porque... al fin y al cabo, las leyendas son solo eso...leyendas ... ¿no es verdad?
Carolina Higueras Moyano
Una Superviviente Optimista
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