Santoña despierta condenada. Una viuda vestida de blanco se aferra al brazo inocente de su hijo militar, camina sin aliento, con una rosa roja de color muerte exprimida en la mano, caída y lánguida, entre lágrimas secas y gritos cansados…
Los ojos aguados de todos los presentes, los gestos serios y adustos y un féretro ronco como mudo testigo de la barbarie, pintan un cuadro de tierra inerte y baldía que ya no es verde ni frondosa. ¡Cuánto dolor concentrado!
No puedo entender y se me encojen las entrañas cuando veo ese dolor ajado que parte el alma. No hay causa ni sentido en esa muerte, esa como tantas otras, producto de asesinos que no miran de frente, que matan con el hierro frío de sus pistolas, ráfagas aceradas de hielo que siegan la vida ajena y siembran rencor en las heridas, perdidos verdugos que no aceptan la libertad de ser parte del mundo en que vivimos…
Hasta cuando esa sangre derramada? Atroces seres incapaces de percibir en sus carnes negras el dolor que infringen a padres, a madres y a hijos. Yo soy madre y sólo de imaginar que me matan un hijo siento un escalofrío que me despedaza por dentro, que me clavan una espada de fuego y el día se vuelve noche oscura y los cielos se cubren de lodo y desesperanza, y siento que la vida se apaga a soplos gigantes de mar embravecido y un dolor agudo e intenso me ahoga y no me deja respirar y ya… dejo de sentir y muero viva en la vida y quiero morirme muerta del todo para no poder sentir lo que siento, pena, furia, odio y deseo… deseo de luchar por ser libre y poder vivir en paz…
Queremos pasear de la mano en paz, vivir nuestro destino en paz, respirar la libertad en paz, compartir la vida en paz, decidir nuestro futuro en paz y disfrutar nuestra madurez en paz
PAZ y VIDA
Los ojos aguados de todos los presentes, los gestos serios y adustos y un féretro ronco como mudo testigo de la barbarie, pintan un cuadro de tierra inerte y baldía que ya no es verde ni frondosa. ¡Cuánto dolor concentrado!
No puedo entender y se me encojen las entrañas cuando veo ese dolor ajado que parte el alma. No hay causa ni sentido en esa muerte, esa como tantas otras, producto de asesinos que no miran de frente, que matan con el hierro frío de sus pistolas, ráfagas aceradas de hielo que siegan la vida ajena y siembran rencor en las heridas, perdidos verdugos que no aceptan la libertad de ser parte del mundo en que vivimos…
Hasta cuando esa sangre derramada? Atroces seres incapaces de percibir en sus carnes negras el dolor que infringen a padres, a madres y a hijos. Yo soy madre y sólo de imaginar que me matan un hijo siento un escalofrío que me despedaza por dentro, que me clavan una espada de fuego y el día se vuelve noche oscura y los cielos se cubren de lodo y desesperanza, y siento que la vida se apaga a soplos gigantes de mar embravecido y un dolor agudo e intenso me ahoga y no me deja respirar y ya… dejo de sentir y muero viva en la vida y quiero morirme muerta del todo para no poder sentir lo que siento, pena, furia, odio y deseo… deseo de luchar por ser libre y poder vivir en paz…
Queremos pasear de la mano en paz, vivir nuestro destino en paz, respirar la libertad en paz, compartir la vida en paz, decidir nuestro futuro en paz y disfrutar nuestra madurez en paz
PAZ y VIDA
Carolina
PD: Un abrazo para Alex, un seguidor muy joven con futuro
1 comentario:
oH! jaja me encanta este articulo y ademas saludos para ti! me encanta con la fluidez que puedes llegar a escribir...y si soy joven y ademas socialista ... un saludo alex! besos!
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