Es tan fácil documentarse y saber que cuando escribí sobre el “Crogmanon del PA” me estaba refiriendo al Alcalde de Almuñécar... pero claro, es fácil saberlo cuando la intención es buena... cuando uno lee la prensa asiduamente para informarse de la realidad que nos toca vivir y que casi nunca elegimos...
Me llama la atención que esas personas que no dan la cara y se esconden ante pseudónimos virtuales centren sus esfuerzos en juzgar si un artículo es afortunado o no, si estoy rodeada de crogmanones o no... pero no hayan tenido en cuenta la denuncia brutal que ese artículo pretendía en su momento y que no fue otra más que la barbaridad de que un Alcalde, en este caso del PA llamara a gritos “ZORRA” a una concejala en un pleno municipal.
Esa es la base del artículo y no otra, el retroceso democrático que se ha tenido al permitir que una mujer sea insultada y humillada públicamente por la prepotencia de un hombre egocentrista que se creía con derecho a ello.
Es cierto que en mi vida me he sentido, en alguna ocasión, rodeada de crogmanones, pero no sólo en la política en general, sino en el trabajo, en las relaciones sociales, en otros países y sólo de pensar lo que a las mujeres y hombres nos queda por luchar para alcanzar una igualdad real... a veces me desmoraliza... pero hay que seguir ahí, de pie y mirando de frente porque me gustaría que mis hijas, mis nietas y la jóvenes del futuro no tuvieran que escribir y sentir lo que aquí se está escribiendo...
Parece ser que la base de esta denuncia no importa, lo importante es crear un caldo de cultivo para la enemistad y el rencor, un espacio de crispación que manifiesta claramente la calidad de algunas personas que escriben en el.
La parte buena... la gente que se acerca a nosotros y nos dicen mirándonos directamente a los ojos “No le hagáis caso, ahora nos estamos dando cuenta como son y no nos gusta lo que vemos, parecían buena gente y mira no hay más que insultos personales, amenazas y descalificaciones...” Otra vecina me dijo que esto parece el “Aquí hay Tomate” y parece ser que tenía y tiene razón...
Para aquellos/as que piensa que los insultos no son para tanto y que se puede llamar "Zorra" a una concejala o a otra mujer de a pie... les dedico esta canción de Victor Manuel: