23 de marzo de 2006

Que se callen los agoreros que hoy quiero respirar en paz...


Hoy me he levantado de mejor humor, que conste que no suelo ser de una habitual naturaleza gruñona, pero... esta mañana el aire me sabía a calma sosegada, tenía un olor caliente, hogareño, de paseos sin mirar atrás...
Esta mañana, a diferencia de otras, respiraba PAZ, el cielo era andaluz en su verde esperanza, la gente canturreaba con la ilusión intacta de esperar que esa paz sea real, que esa paz abierta al futuro, esos indicios de paz recién nacida del esfuerzo de los que están, de los que estuvieron y de los que estarán... den a luz el camino para que mis hijas puedan recordar que hoy, precisamente hoy es un día para disfrutar... los agoreros, por favor, que piensen para adentro y no mancillen estos soplos de felicidad que me envuelven y que seguro, quiero poner mi mano en este fuego aunque me queme, se tornarán instantes permanentes para regocijo externo de nuestra “cotidianidad”...
SSSSSSuuusssuurrroooo... calma, prudencia y tranquilidad.

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